23 Mar ¿Qué hago para que mi hijo quiera dormir solo?
Durante los primeros 12 meses de vida se recomienda que el lactante duerma en la misma habitación que sus padres. Pero ¿a partir de ahí cuando le paso a su cuarto? y sobre todo, ¿qué hago para que quiera dormir solo?
Durante los primeros 12 meses de vida se recomienda que el lactante duerma en la misma habitación que sus padres. Pero ¿a partir de ahí cuando le paso a su cuarto? y sobre todo, ¿qué hago para que quiera dormir solo?
En realidad puedes pasarle a su cuarto cuando quieras, pero realmente son ellos los que marcan el ritmo, ¿está preparado?
Puede que hayas intentado pasarle a su cuarto, pero no quiere. Incluso le llegas a dormir, pero en cuanto se despierta llora y llora o se levanta y se mete en tu cama.
O que pida agua cada 5 minutos, ir al baño de nuevo o ponga cualquier excusa válida para posponer el momento de irse a la cama y es que ¡No quiere dormir solo!.
Se trata de algo muy frecuente y no es la primera vez que escucho o leo que a los niños que no quieren dormir solos se les debe educar dejándoles en la habitación llorando y no entrar para que se vayan acostumbrando.
¿Te imaginas estar llorando por miedo y que nadie te preste atención? ¿No preferirías que alguien te abrace y te acompañe de forma progresiva desde el cariño hasta que estés preparado? Pues precisamente es lo mismo que pasa con esto.
En otras culturas, independientemente de la edad, continúan durmiendo todos juntos. Pero es cierto que a veces necesitamos recuperar nuestro espacio de pareja y volver a lo de antes, pero ¿cuál es el motivo por el que no quieren dormir solos?
Es evidente que no les gusta la soledad y demandan atención constante. Normalmente lo hacen porque les suele dar miedo estar lejos de su figura de apego y cuando son más mayores, por miedo a la oscuridad.
Hay niños que llevan fenomenal el cambio de habitación y dormir solos, pero a otros les puede costar un poco más o quizás mucho más.
¿Qué puedo hacer?
Instaurar buenos hábitos y rutinas de sueño es fundamental. El baño, masaje o la cena a diario y acompañarles con un cuento antes de dormir suele funcionar bien, ya que les da la tranquilidad y la confianza que necesitan al vernos a su lado.
Debemos ser pacientes y esperar a que se acostumbren poco a poco. Es probable que al principio necesiten que estemos junto a ellos hasta que se duerman y poco a poco se irán haciendo.
Si se pone muy nervioso, llora o no lo gestiona bien, recuerda que cada niño lleva su ritmo y que la paciencia debe ser nuestra gran virtud. Si tienes dudas, quieres saber más sobre las rutinas de sueño o necesitas asesoramiento personalizado, no dudes en ponerte en contacto conmigo, te acompañaré durante el proceso encantada.